¿Cuáles son las contribuciones doctrinales de la Primera Visión?

Perspectiva de José Smith–Historia #17

A medida que los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han estudiado los relatos de la Primera Visión de José Smith desde hace muchas décadas, particularmente el relato canonizado en la Perla de Gran Precio, han llegado a conocer que la visión hace varias contribuciones doctrinales importantes a la restauración1. En un devocional mundial para jóvenes adultos en 2016, el élder Richard J. Maynes, de los Setenta, instó: “La Primera Visión de José Smith es la clave para develar muchas verdades que habían estado ocultas durante siglos. No olvidemos ni subestimemos las muchas y preciadas verdades que hemos aprendido de la Primera Visión”2. Entonces, ¿cuáles son, exactamente, algunas de las verdades importantes que aprendemos de la Primera Visión?

Tal vez la verdad más determinante que se aprende de la Primera Visión es la realidad de un Dios personal que le habla a Sus hijos. De hecho, este parece haber sido el principal significado que José mismo aprendió de su encuentro con el Padre y el Hijo3. Como el presidente Henry B. Eyring testificó: “Nuestro desafío consiste en actuar de tal manera que podamos recibir los mensajes de verdad que nuestro Padre Celestial está listo para enviarnos como revelación y reconocer lo que Él ya ha enviado. La experiencia que tuvo José Smith [en la arboleda sagrada] proporciona un ejemplo al respecto”4. Los factores para recibir revelación personal percibidos por el presidente Eyring que se ilustraron en el proceso que condujo a la Primera Visión, incluyen: Escudriñar diligentemente las Escrituras, presentarse ante el Señor con un espíritu contrito y corazón quebrantado y actuar con fe anticipadamente para recibir una respuesta a la oración.

Otra verdad profundamente importante que los Santos de los Últimos Días reconocen hoy en la Primera Visión se refiere a la naturaleza de la Trinidad. Como enseñó el presidente Dallin H. Oaks durante la conferencia general de la Iglesia en abril de 2017:

Nuestro primer Artículo de Fe declara: “Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en Su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo”. Nos unimos a otros cristianos en esta creencia de un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo, pero lo que creemos en cuanto a Ellos es diferente de las creencias de los demás. No creemos en lo que el mundo cristiano llama la doctrina de la Santísima Trinidad. En su Primera Visión, José Smith vio a dos personajes distintos, dos seres, aclarando de esa manera que las creencias que prevalecían en aquella época concernientes a Dios y la Trinidad no eran verdad5.

Este tema ha sido correctamente enfatizado por varios escritores Santos de los Últimos Días6. También lo ha sido lo que la Primera Visión demuestra sobre la existencia de Satanás y su oposición a la obra de Dios7. José registró en dos de sus cuatro relatos de primera mano de la visión, que el adversario intentó impedir que orara mientras buscaba a Dios en la arboleda8. En su relato de 1835, José contó:

[M]i intento por orar fue en vano, porque parecía que mi lengua se había hinchado en mi boca, de modo que no podía hablar. Escuché un ruido, como si una persona se dirigía hacia mí. Me esforcé otra vez por orar, pero no pude. El ruido de alguien caminando parecía estar más cerca; me puse de pie rápidamente y miré a mi alrededor, pero no vi a ninguna persona o animal que pudiera producir dicho ruido al caminar9.

En su relato adaptado de 1838-1839, José describió este encuentro con Satanás de manera más vívida.

Después de apartarme al lugar que previamente había designado, mirando a mi derredor y encontrándome solo, me arrodillé y empecé a elevar a Dios el deseo de mi corazón. Apenas lo hube hecho, cuando súbitamente se apoderó de mí una fuerza que me dominó por completo, y surtió tan asombrosa influencia en mí, que se me trabó la lengua, de modo que no pude hablar. Una densa obscuridad se formó alrededor de mí, y por un momento me pareció que estaba destinado a una destrucción repentina (José Smith–Historia 1:15).

El Profeta describió esta oposición que experimentó como el “poder de un ser efectivo del mundo invisible que ejercía una fuerza tan asombrosa como yo nunca había sentido en ningún otro ser” (José Smith–Historia 1:16). Sin embargo, aprendió rápidamente, como otros profetas, que el poder de Satanás es limitado y, de hecho, débil en la presencia del Todopoderoso (José Smith–Historia 1:16–17; cf. Moisés 1:11-22). “Esa terrible oposición, que continuó durante toda la vida de José, se produjo porque Lucifer quería poner un alto a la revelación que conduciría a la restauración del evangelio de Jesucristo”, enseñó el presidente Eyring. “Las oraciones de ustedes pidiendo recibir revelación de Dios enfrentarán menos oposición, pero deben seguir el ejemplo de valentía y perseverancia de José”10.

Cuando se observa la manera en que los Santos de los Últimos Días a lo largo de los años han llegado a comprender la importancia de la Primera Visión para reforzar y aclarar las verdades esenciales de la restauración, se confirma así la observación de Milton V. Backman:

[La doctrina de la restauración] está, en palabras de Stephen L. Richards (ex consejero de la Primera Presidencia), “impregnada de la verdad de la Primera Visión”. Apoya la doctrina de un Dios antropomórfico y un hombre teomórfico, de las relaciones de las personas de la Trinidad y de la revelación continua. Las oraciones, los himnos, las formas de adoración y la escatología de los mormones tienen sus raíces en este entendimiento. Renueva el testimonio de los profetas hebreos de que las visiones no son el menor, sino el más confiable de los accesos mortales a lo divino; que la majestad, la gloria y el poder de Dios son “indescriptibles”; que el registro bíblico de la comunión cara a cara con Dios es más que una metáfora forzada. Confirma el testimonio neotestamentario de los apóstoles de que Dios el Padre y Jesucristo son personas separadas que se manifiestan tal como son a los hijos e hijas de Dios; y que el Hijo es según la semejanza del Padre, y el Padre a semejanza del Hijo11.

Otras lecturas

Taylor Halverson y Lisa Halverson, Beautiful Truths from the First Vision (American Fork, UT: Covenant, 2020).

Larry E. Dahl, “The Theological Significance of the First Vision”, en Studies in Scripture, Volume Two: The Pearl of Great Price, ed. Robert L. Millet y Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Randall Book, 1985), 315–337.

B. Haws, “First Vision, doctrinal contributions of”, en Pearl of Great Price Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2017), 123–125.

Henry B. Eyring, “La Primera Visión: Un modelo para recibir revelación personal”, Liahona, febrero de 2020, 12–17.

Richard J. Maynes, “La Primera Visión: La clave de la verdad”, Liahona, junio de 2017, 60–65.

Notas al pie de página

1 Para atención representativa, véase Larry E. Dahl, “The Theological Significance of the First Vision”, en Studies in Scripture, Volume Two: The Pearl of Great Price, ed. Robert L. Millet y Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Randall Book, 1985), 315–337; Larry C. Porter, “The Youth of the Grove and the Prophet of the Restoration”, en Joseph: Exploring the Life and Ministry of the Prophet, ed. Susan Easton Black y Andrew C. Skinner (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2005), págs. 36–46; Richard D. Draper, S. Kent Brown y Michael D. Rhodes, The Pearl of Great Price: A Verse–by–Verse Commentary (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2005), 336–343; J. B. Haws, “First Vision, doctrinal contributions of”, en Pearl of Great Price Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2017), 123–125; Taylor Halverson y Lisa Halverson, Beautiful Truths from the First Vision (American Fork, UT: Covenant, 2020).

2 Richard J. Maynes, “La Primera Visión: La clave de la verdad”, Liahona, junio de 2017, 65.

3 Véase Central de la Perla de Gran Precio, “¿Qué aprendió José Smith de la Primera Visión?”, Perspectiva de José Smith–Historia #16 (diciembre, 2020).

4 Henry B. Eyring, “La Primera Visión: Un modelo para recibir revelación personal”, Liahona, febrero de 2020, 14. Véase también Halverson y Halverson, Beautiful Truths of the First Vision, 35–41.

5 Dallin H. Oaks, “La Trinidad y el Plan de Salvación”, Liahona, mayo de 2017, 100.

6 Dahl, “The Theological Significance of the First Vision”, 315–316; Draper, Brown y Rhodes, The Pearl of Great Price, 341–342; Haws, “First Vision, doctrinal contributions of”, 123-124; Maynes, “La Primera Visión”, 65; Halverson y Halverson, Beautiful Truths of the First Vision, 15–21.

7 Dahl, “The Theological Significance of the First Vision”, 321–324; Haws, “First Vision, doctrinal contributions of”, 123; Maynes, "La Primera Visión", 64; Eyring, “La primera visión”, 16-17.

8 Véanse también los relatos de segunda mano conservados en Orson Pratt, A[n] Interesting Account of Various Remarkable Visions y of the Late Discovery of Ancient American Records (Edinburgh: Ballantyne and Hughes, 1840), 5; Orson Hyde, Ein Ruf aus der Wüste, eine Stimme aus dem Schoose der Erde (Frankfurt: Im Selbstverlage des Verfassers, 1842), 14-15; Alexander Neibaur, Journal, 24 May 1844, extract, [pág. 23].

9 Journal, 9–11 November 1835, 23-24, ortografía estandarizada. [Véase aquí la versión estandarizada en español].

10 Eyring, “La Primera Visión”, 16.

11 Milton V. Backman Jr., “First Vision”, en Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow. MacMillan: New York, 1992), 1:516.