Creación de mitos del Antiguo Cercano Oriente

Perspectiva del Libro de Abraham #20

La historia de la Creación en el Libro de Abraham (Abraham 4-5) comparte una relación obvia con el relato bíblico de la Creación en Génesis (Génesis 1-2). Sin embargo, también comparte características comunes con mitos de la creación del antiguo Egipto y Mesopotamia.

Volviendo a la evidencia egipcia, “el orden del proceso de la creación en el Libro de Abraham es similar al proporcionado en el Texto del Sarcófago 80, un texto que aparece en copias que datan de unos doscientos años antes de Abraham hasta su época, y es el único texto extenso de la creación que conocemos de ese tiempo”.1 Este texto comienza con una representación de un caos primordial (“el Abismo, en la oscuridad y en la penumbra”2), que, al igual que el Libro de Abraham, descarta claramente una descripción de la creación ex nihilo o de la nada. En este relato

el creador fue “alguien que iluminó el cielo después de la obscuridad”. El creador habla del tiempo cuando “no podía encontrar un lugar para estar o sentarme, antes de que se fundara Heliópolis para poder estar allí, antes de que se ataran los juncos para poder sentarme, antes de que hiciera el cielo para que pudiera estar sobre mi cabeza… antes de que el consejo divino existiera”. Entonces el creador “engendró al mayor de sus espíritus… cuando separó la tierra del cielo”, y luego “hizo el grano”. Se les dio vida a varios animales: halcones, chacales, cerdos, hipopótamos, hombres, cocodrilos y peces “de acuerdo con el mandamiento del” creador “para que pudiera guiarlos a la vida con mi boca, que es la vida en sus fosas nasales. Dirigí mi aliento hacia sus gargantas”. La historia tiene una serie de otros detalles, pero trata temas similares en el mismo orden que el Libro de Abraham.3

Considerando que a Abraham se le ordenó declarar sus enseñanzas sobre Astronomía y la Creación a los egipcios (Abraham 3:15), es favorable para la autenticidad de la antigüedad del Libro de Abraham que “los relatos sean lo suficientemente cercanos para que los antiguos egipcios encontraran algo en el Libro de Abraham que proporcionara ecos familiares a sus propias historias”.4 Adicionalmente, “existen… similitudes entre el Libro de Abraham y las historias contemporáneas de la creación mesopotámica”, aunque estas similitudes son más generales y en algunos casos solamente superficiales.5 Una de las historias, el mito de los dioses Enki y Ninmah, “se refiere al ‘día cuando los cielos [fueron separados] de la tierra’ y sigue con un análisis de la creación de los humanos mezclando la sangre de un dios con la arcilla con la que fueron hechos los humanos… [También describe] la separación del cielo y la tierra antes de la creación de los mortales”.6 Este texto también menciona directamente el caos primitivo, alineándose con el Libro de Abraham al rechazar la creación ex nihilo.7 Otros mitos de la creación mesopotámica también representan la separación del cielo y la tierra y la creación de los humanos en el mismo orden general que el Libro de Abraham, aunque el propósito para el cual los humanos fueron creados es diferente en estos relatos.8 Otra similitud interesante entre el relato del Libro de Abraham sobre la Creación y los antiguos mitos de la creación mesopotámica es que “la creación del hombre está conectada con el sacrificio de un dios” en estos textos.9 Esto se ve en un mito donde los dioses son asesinados y de su sangre se forma la humanidad,10 así como la historia de Atrahasis, en la que los humanos se crean a partir de la carne y la sangre del dios sacrificado Kingu mezcladas con arcilla.11

En el Libro de Abraham esta [conexión con el sacrificio] se menciona indirectamente: “Y el Señor dijo: ¿A quién enviaré? Y respondió uno semejante al Hijo del Hombre: Heme aquí; envíame. Y otro contestó, y dijo: Heme aquí; envíame a mí. Y el Señor dijo: Enviaré al primero” (Abraham 3:27). Los Santos de los Últimos Días asocian esto con otros relatos de la preexistencia para comparar a uno “semejante al Hijo del Hombre” con el Jesús premortal y al otro con Lucifer (véase Moisés 4:1–4) y que la creación del hombre dependía de que el Hijo de Dios estuviera dispuesto a ofrecerse a sí mismo como expiación por los humanos. Sin embargo, la similitud es con la interpretación de los Santos de los Últimos Días del Libro de Abraham y no con el texto del Libro de Abraham como lo tenemos actualmente. Esto podría ser diferente si tuviéramos el Libro de Abraham completo.12

Estos paralelismos entre las historias del Libro de Abraham sobre la Creación y los antiguos mitos de Egipto y Mesopotamia, sirven muy bien para situar el texto en un contexto plausible del antiguo Cercano Oriente en los días de Abraham.

Otras lecturas

John Gee, “The Creation”, en An Introduction to the Book of Abraham (Provo y Salt Lake City, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University y Deseret Book, 2017), 129–142.

Stephen O. Smoot, “Council, Chaos, and Creation in the Book of Abraham”, Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22 , no. 2 (2013): 28–39.

Notas de pie de página

 

1 John Gee, An Introduction to the Book of Abraham (Provo y Salt Lake City, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University y Deseret Book, 2017), 132. En general en el Texto del Sarcófago 80, véase Jan Assmann, The Search for God in Ancient Egypt, trans. David Lorton (Ithaca: Cornell University Press, 2001), 177–182.

2 R. O. Faulkner, The Ancient Egyptian Coffin Texts, Volume I: Spells 1–354 (Warminster: Aris & Phillips, 1973), 83.

3 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 132–133. Se pueden encontrar traducciones adicionales de este texto en Faulkner, The Ancient Egyptian Coffin Texts, 83–87; James P. Allen, “From Coffin Texts Spell 80”, en The Context of Scripture, Volume I: Canonical Compositions from the Biblical World, ed. William W. Hallo (Leiden: Brill, 2003), 11–14.

4 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 133.

5 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 133.

6 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 133, citando a W. G. Lambert, Babylonian Creation Myths (Winona Lake, IN: Eisenbrauns, 2013), 334–337.

7 Lambert, Babylonian Creation Myths, 335.

8 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 134. “Aunque el propósito explícito de la vida entre los dos relatos es similar, para los babilonios, el propósito de la vida era hacer un trabajo pesado en beneficio de los dioses para que estos no tuvieran que trabajar más. En el Libro de Abraham, la vida es una prueba donde ‘los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare’ (Abraham 3:25). Tal prueba puede incluir el servicio a Dios o al prójimo y puede implicar un trabajo arduo, pero también puede implicar muchas otras cosas, e implica algo más que ser un simple esclavo para asumir tareas menores. El Libro de Abraham promete recompensas por la obediencia que faltan en el texto babilónico”.

9 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 136.

10 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 134; cf. Lambert, Babylonian Creation Myths, 355.

11 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 134, citando a W. G. Lambert y A. R. Millard, Atra-ḫasīs (Oxford: Oxford University Press, 1969), 58.

12 Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 136.