Perspectiva del Libro de Abraham #31
Fig. 5. Se llama Enish-go-on-dosh en egipcio. Este también es uno de los planetas regentes, y los egipcios dicen que es el sol, y que recibe su luz de Kólob por conducto de Kae-e-vanrash, que es la magna Llave, o en otras palabras, el poder gobernante que rige a otros quince planetas o estrellas fijos, así como a Floeese, o sea, la luna, la tierra y el sol en sus revoluciones anuales. Este planeta recibe su poder por conducto de Kli-flos-is-es o Hah-ko-kau-beam, las estrellas, que en los números 22 y 23 se representan recibiendo luz de las revoluciones de Kólob.Desde el punto de vista del conocimiento egiptológico actual, algunos aspectos de esta explicación encuentran confirmación plausible de los antiguos egipcios, mientras que otros aspectos siguen sin confirmarse1. Uno de los elementos de esta explicación que encuentra confirmación de los antiguos egipcios es la identificación de José Smith de esta figura como el sol2. La identidad de esta figura no siempre es fácil de establecer, ya que los antiguos egipcios representaban varias deidades y deidades compuestas con rasgos bovinos3, y porque no todos los hipocéfalos presentan consistentemente esta figura4. Sin embargo, esta figura afortunadamente aparece en hipocéfalos y es etiquetada con jeroglíficos con bastante frecuencia como para no hacer imposible su identificación. El nombre dado a esta figura en algunos hipocéfalos es el de la diosa Hathor (hwt-hr)5. Los nombres adicionales que a veces se le dan a esta figura son Ihet (ỉht/ȝht) y Mehet-Weret (mht-wrt), que son ambas diosas vacas "comúnmente identificadas con Isis o Hathor"6. Aunque esta figura no está etiquetada en el hipocéfalo reproducido como Facsímile 2, se puede asumir con certeza que es muy probable la diosa vaca Hathor o una de sus emanaciones divinas estrechamente asociadas. Una de las diosas "más importantes y populares" en el antiguo Egipto. Hathor asumió muchos roles y características en el curso de su adoración durante los tiempos prehistóricos en Egipto hasta el período romano alrededor de 3,000 años más tarde. "Ella era representada más comúnmente como una diosa vaca. Sus manifestaciones y actividades asociadas fueron numerosas y diversas, y aspectos complementarios como el amor y el odio, o la creación y la destrucción, la caracterizaron desde las primeras etapas de su adoración". Además, "Sus aspectos [también] incorporaron animales, vegetación, el cielo, el sol, árboles y minerales, y gobernó sobre los reinos del amor, el sexo y la fertilidad, al tiempo que mantenía un aspecto vengativo capaz de destruir a la humanidad". Cuando es representada como una vaca o como una hembra humana con cuernos de vaca, "generalmente lleva el disco solar entre [sus] cuernos"7. Este último detalle, aunque pequeño, es significativo para la interpretación de José Smith de esta figura. Hathor, especialmente en su forma bovina, se identifica con frecuencia en los textos egipcios como la madre y guardiana del disco solar, ya que renace cada mañana8. A veces se le identifica como la consorte y la hija de Ra, el dios del Sol, y con frecuencia también se le identifica como "Ojo de Ra". Ella destaca en un mito que involucra a Ra, dios del sol, en el que devora a los enemigos con un resplandor solar ardiente proveniente de su(s) ojo(s)9. Por consiguiente, es extensamente reconocido entre los egiptólogos que la diosa Hathor tenía una identidad solar inequívoca para los antiguos egipcios10. "Hathor estaba estrechamente relacionada con el dios del sol Ra cuyo disco lleva puesto", escribe Richard Wilkinson. "Por lo tanto, Hathor jugó un papel importante en los templos reales del sol del último Imperio Antiguo, y su relación mitológica con el dios del sol estaba firmemente establecida. Como la ‘Dorada’ era la diosa resplandeciente que acompañaba al dios sol en su viaje diario en la barca solar”11. Para el momento en el que probablemente el Facsímile 2 fue dibujado12, Hathor estaba siendo identificada por algunos antiguos egipcios no sólo como la madre y protectora del disco solar, sino como el propio sol. "Al igual que su compañero, el dios del sol Ra, Hathor [a veces se le identificaba como] una deidad solar ardiente"13. Una inscripción del Templo de Hathor en Dendera hace explícita esta identificación: "[La diosa] Keket que rinde homenaje a Hathor, Dama de la Iuneta: ‘Gloria a ti, Sol Femenino, Señora de los Soles’" (ỉnḏ ḥr.t rˁyt ḥnwt n(.t) rˁw)14. Comentando este texto, la egiptóloga Barbara Richter explica:
[E]l [juego de palabras] en la raíz rˁ, ‘sol‘, primero como el sustantivo femenino en singular rˁyt, ‘Sol Femenino’, y luego como el sustantivo plural rˁw, ‘soles‘, no sólo enfatiza que Hathor es el Sol, sino también que ella es la Señora de las otras deidades solares. Además, debido a que Keket [es una diosa que] representa la oscuridad [primordial], es apropiado que alabe a Hathor como el ‘Sol Femenino’, la portadora de luz. . . . [E]l texto, la iconografía y la simbología de [esta] escena [en el templo] aluden a Hathor como el sol naciente en su primera iluminación de la tierra15.En el templo de Esna, esta figura de vaca en Facsímile 2 es identificada como Ihet y se describe de la siguiente manera:
La misma gran vaca, que da a luz a sus hijos a través de sus ritos, el guardián de sus casas que crea los dos rodeadores en su forma de la vaca dorada, el gran horizonte, que levanta las dos luces [el sol y la luna] en su vientre: ella ha expulsado las tinieblas y traído luz. Ella ha iluminado Egipto por lo que salió de ella. Ella es la madre divina de Ra [el dios del Sol], quien creó la luz a través de su creación, quien creó lo que existe después de su creación, quien causó que Orión navegara por el cielo del sur después de ella, quien selló el cazo en el cielo del norte ante ella. Ella es [la diosa del cielo] Nut que lleva las estrellas que pertenecen a ella con su órbita, que tiende el arco para que los decanos [estrellas] pisen en su lugar16. Las imágenes en esta inscripción representan "una vaca dorada que lleva o crea dos cercadores (dbnyw) o dos grandes luces (hȝytỉ) que son el sol y la luna… Estos eliminan las tinieblas, traen la luz e iluminan la tierra. Ella también está conectada con las estrellas, fijándolas en sus lugares y órbitas… Ella está explícitamente conectada con el horizonte, pero al mismo tiempo, ya que "ella ha expulsado las tinieblas, y ha iluminado Egipto", es identificada con el sol. Así, esta figura es horizonte, cielo y sol”17. No hay nada obvio en la Figura 5 del Facsímile 2 que se preste a ser identificable como el sol para alguien que está especulando ociosamente sobre lo que podría significar. Así que, aunque actualmente no toda la explicación de José Smith de esta figura encuentra confirmación inmediata, el hecho de que al menos un elemento importante de su explicación encuentre confirmación de los antiguos egipcios indica que el Profeta estaba haciendo algo más que simplemente adivinar.
Lecturas adicionales
Hugh Nibley y Michael D. Rhodes, One Eternal Round (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 2010), 290–299.Notas al pie de página
1 Michael D. Rhodes, “The Joseph Smith Hypocephalus…Twenty Years Later”, FARMS Preliminary Report (1997), 10–11; Hugh Nibley y Michael D. Rhodes, One Eternal Round (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 2010), 290–299.
2 John Gee, “Hypocephali as Astronomical Documents”, en Aegyptus et Pannonia V: Acta Symposii anno 2008, ed. Hedvig Györy y Ádám Szabó (Budapest: The Ancient Egyptian Committee of the Hungarian-Egyptian Friendship Society, 2016), 61–64; “Book of Abraham, Facsimiles Of”, en Pearl of Great Price Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2017), 58.
3 Geraldine Pinch, Egyptian Mythology: A Guide to the Gods, Goddesses, and Traditions of Ancient Egypt (New York, NY: Oxford University Press, 2002), 123–126; Richard H. Wilkinson, Todos los dioses del Antiguo Egipto (Londres: Thames and Hudson, 2003), 170–175.
4 Tamás Mekis, Hypocephali, tesis doctoral. (Eötvös Loránd University, 2013), 1:90–91.
5 Mekis, Hypocephali, 1:90–91n479.
6 Pinch, Egyptian Mythology, 125, 137; Mekis, Hypocephali, 1:90–91n479, 103; Rhodes, “The Joseph Smith Hypocephalus…Twenty Years Later”, 10–11; Elena Pischikova, “‘Cow Statues’ in Private Tombs of Dynasty 26”, en Servant of Mut: Studies in Honor of Richard A. Fazzini, ed. Sue H. D’Auria (Leiden: Brill, 2008), 191.
7 Deborah Vischak, “Hathor”, en The Ancient Gods Speak: A Guide to Egyptian Religion, ed. Donald B. Redford (Nueva York, NY: Oxford University Press, 2002), 157.
8 Mekis, Hypocephali, 1:90–91n479, 96–97, 102–104.
9 François Daumas, “Hathor”, en Lexikon der Ägyptologie, ed. Wolfgang Helck y Eberhard Otto (Wiesbaden: Otto Harrassowitz, 1977), 2:1026.
10 Para un resumen representativo del consenso egiptológico, véase Pinch, Egyptian Mythology, 137–138.
11 Wilkinson, Todos los dioses del Antiguo Egipto, 140.
12 Es decir, el final del período persa o el período ptolemaico temprano. Mekis, Hypocephali, 2:122.
13 Alison Roberts, Hathor Rising: The Power of the Goddess in Ancient Egypt (Rochester, VT: Inner Traditions International, 1995), 8.
14 Barbara A. Richter, The Theology of Hathor of Dendera: Aural and Visual Scribal Techniques in the Per-Wer Sanctuary (Atlanta, GA: Lockwood Press, 2016), 167.
15 Richter, The Theology of Hathor of Dendera, 167.
16 Gee, “Hypocephali as Astronomical Documents”, 61.
17 Gee, “Hypocephali as Astronomical Documents”, 62.